Enfermo de beneficios

Gráfica de una crisis económica
Recuerde: a las 10, tiene cita en la clínica, el doctor P. Pérez le espera, psiquiatra, 200 euros la consulta, super-exclusiva, con lo que tengo que hacer, demonios, esta hija mía, el tiempo que me hace perder. Doctor, ¿qué le pasa a la niña, que no come nada?

Trastorno alimentario de carácter psicopsiquiátrico o, qué diantre, cómo dijo, anorexia, vamos, ahora la niña se me ha vuelto anoréxica...

Recuerde, a las 12, reunión con el resto de ejecutivos, balance de resultados, parece que los beneficios se resienten con esto de la crisis, la curva decrece un punto, ¿alcanzaremos pronto el punto de inflexión o esto es un pozo sin fondo?, rebajaremos los salarios, recuerde, a las 2 almuerzo con el representante de la cámara de comercio, qué hombre más aburrido, diantre, dígale que tuve una urgencia, que me duele una muela y no puedo comer, que acudí al dentista, qué tipo más pesado, diantre...

¿Pero por qué no quiere comer, doctor? ¡Maldita niña, el tiempo que me roba y el dinero que me hace perder!, el tiempo es oro... Su hija tiene una obsesión, bajar kilos, adelgazar, se ve gorda. ¿Pero qué he hecho yo, diantre de niña, para que ahora me vengas con estas memeces?

La curva desciende otro punto más, puro vértigo, ¿hasta dónde va a bajar?, números rojos, perspectivas negativas, recortemos en gastos estructurales, ERE, Expediente de Regulación de Empleo aprovechando la coyuntura...

Otro kilo más, por fin su hija recupera algo de peso, observe la gráfica, ascendente, gracias doctor, ¡Dios mío!, estoy horrorosa, pero qué gorda estoy, parezco una vaca, me quiero morir... Tome doctor, 5000 euros bien invertidos... Hija, un regalo, ¡un Porche!, ¿es para mí?, gracias papá, es el coche con el que siempre soñe, lo sé, mi niña, mi dulce niña; es para ti, por engordar y por tu mayoría de edad, eres único papi, te quiero mucho...

Por fin remonta la curva de beneficios, superado el punto de inflexión ascendemos vertiginosamente al superespacio, nunca pensé en vender el yate, es más, ¿la compra de un yate desgrava?, entonces me compro otro, no malgaste su dinero, si el yate no lo usa, no tiene tiempo, mejor abra otra cuenta en aquel banco de las Maldivas, ¿y cómo sacamos tanto dinero del país?, no se proecupe, yo me encargo de ello, ya me entiende...

Lista Forbes, papi por fin apareces entre los 10 hombres más ricos del planeta. ¿Quiere un helado de limón, señor?, ¿cuánto cuesta?, 3'50, ¿se cree que por ser tan rico soy tonto?, póngame uno de fresa de cucurucho pequeño, que no, que es broma, dele a la niña el más grande, que tiene que engordar, pero papá, me voy a poner como una vaca, gorda, gorda, cómete lo que quieras y el resto lo tiras, 5'50, qué rico el helado, póngale otro helado a mi mujer, no, yo no quiero esas minucias, pero mujer, en algo tendré que gastar el dinero, los beneficios, regálame joyas, querido, puede ser, son una buena inversión, por cierto, vuelve a bajar la bolsa, las inversiones se tambalean, la curva de beneficios se resiente, pero papá, estás enfermo, bulímico de beneficios, anda, niña, calla, tú qué sabrás, ¿y de dónde crees que salió el dinero para tu Porche?, pero papá, si te sobra el dinero; y a mí me va a poner un helado de caramelo con nueces de macadamia; papá, te estás poniendo obeso, un día te va a dar un infarto... qué más quisiera tu madre, así dispondría a su antojo de mi curva de beneficios, ¡imbécil!, tu padre es un estúpido, hija... señor, ¿el cucurucho lo quiere bañado en chocolate?: es otro euro más; mmmm... bueno, venga... ¿tiene cambio de 100?

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