Cambio de imperio
De repente hoy me he dado cuenta: asistimos a un cambio de imperio. Estados Unidos cae, y China espera impaciente su turno para entrar en acción...
Hace tiempo que la China comunista juega a ser capitalista. Esta semana los Estados Unidos capitalistas han jugado a ser socialistas interviniendo en las leyes del libre mercado. El mundo del revés...
¿Alguien conoce las auténticas reglas de estos juegos económicos? Los mismos que construyeron las reglas nos hacen trampa cuando quieren. Igualitos que aquel niño de nuestra clase, que amenazaba con llevarse su balón si aquella fuera de banda tan clarísima, ni tan siquiera fue córner, no se pitaba como gol.
Saque de centro; continúa el partido. Entre tanto, en medio de la cancha, nos toca seguir jugando, recibiendo goles y soñando con marcar en algún momento alguno...
¿Tiempos de crisis? No, no existe la crisis, pues el juego continúa como si nada ocurriera. Simplemente, es que se ha cambiado de árbitro. Quizá ahora el campeonato vaya a mejor... o a peor... No sé. Cuando llegue a viejo, si llego a viejo, podré contar a mis nietos, si los tengo, que yo asistí al cambio de imperio...
Hace tiempo que la China comunista juega a ser capitalista. Esta semana los Estados Unidos capitalistas han jugado a ser socialistas interviniendo en las leyes del libre mercado. El mundo del revés...
¿Alguien conoce las auténticas reglas de estos juegos económicos? Los mismos que construyeron las reglas nos hacen trampa cuando quieren. Igualitos que aquel niño de nuestra clase, que amenazaba con llevarse su balón si aquella fuera de banda tan clarísima, ni tan siquiera fue córner, no se pitaba como gol.
Saque de centro; continúa el partido. Entre tanto, en medio de la cancha, nos toca seguir jugando, recibiendo goles y soñando con marcar en algún momento alguno...
¿Tiempos de crisis? No, no existe la crisis, pues el juego continúa como si nada ocurriera. Simplemente, es que se ha cambiado de árbitro. Quizá ahora el campeonato vaya a mejor... o a peor... No sé. Cuando llegue a viejo, si llego a viejo, podré contar a mis nietos, si los tengo, que yo asistí al cambio de imperio...
Siempre resulta emocionante formar parte de la historia... Aunque sea como una hormiga que observa como juegan los mayores.
ResponderEliminarPor otra parte, hay una solución para librarte de las reglas injustas del chaval de la pelota: Comprarte tu prpio balón y compartirlo con quien quieras.
un saludo.